Estimulación cognitiva y su incidencia en el aprendizaje significativo a estudiantes de la unidad educativa “león de Febres Cordero”, Parroquia San Juan, cantón Pueloviejo, Provincia los Ríos

Abstract

Al nacer, todos por igual tenemos un potencial enorme, que depende de nuestra condición de ser humanos. En los primeros seis años de vida, nuestro cerebro tiene una capacidad de aprendizaje y de desarrollo de la inteligencia en todos sus aspectos sin límites intrínsecos. Las únicas trabas solemos ser los adultos, que por tiempo limitado, desconocimiento o creencias erradas no brindamos estimulación adecuada ni en la cantidad suficiente. Para que la estimulación temprana sea adecuada debe ser integral (que comprenda los aspectos intelectual, afectivo y social simultáneamente), tener en cuenta las limitaciones de los sentidos y aprovechar las peculiaridades del aprendizaje durante este periodo. Para un infante, las mejores condiciones de estimulación con las características mencionadas solo se logran en casa con los propios padres o tutores siendo los maestros.

Estimular positivamente a un niño también es educar con buenas raíces. La educación temprana consiste en potenciar los periodos sensitivos, que son los momentos oportunos en los que el niño asimila con más facilidad determinados aprendizajes. De ahí la importancia de la estimulación cognitiva, que se basa en conocer dónde centrar los esfuerzos educativos según las edades de los hijos y estimularlos adecuadamente.