Efectos de los fungicidas en el control del moho gris Botrytis cinérea en el cultivo de tomate (Solanum lycopersicum)

Abstract

El tomate, desconocido en el Viejo Mundo hasta el siglo XVI y todavía poco consumido en el siglo XIX, se ha convertido en la gran hortaliza del siglo XX, tanto en el cultivo comercial como en los huertos familiares. Es apreciado por su frescura y constituye la base o guarnición de todo tipo de platos, tanto crudo como cocido. Bajo la denominación de podredumbre gris, se engloban un grupo de enfermedades de diversos cultivos con una sintomatología común, caracterizada por la presencia sobre distintos órganos vegetales de un moho pulverulento de coloración grisácea. Estas enfermedades son producidas por diferentes especies del género Botrytis. Desde el comienzo mismo de la agricultura, asociado con el inicio de la vida sedentaria de los humanos, los cultivos padecieron el ataque de plagas que los diezmaban y reducían drásticamente la producción y el acopio de alimentos. A partir del invento de la escritura y a lo largo de los siglos numerosos textos se han referido a ataques de insectos, hongos, roedores y otros agentes. Para su control se utiliza fungicidas pertenecientes a los grupos benzimidazoles, dicarboximidas, estrobilurinas, pirimidinamidas, entre otros. Debido a los mecanismos de resistencia del patógeno es necesario que las estrategias de manejo de la enfermedad evolucionen permanentemente hacia nuevas alternativas de control. Entre los productos empleados para el control del moho gris en el cultivo de tomate en invernadero y campo abierto destacan los siguientes: Clorotalonil, Metil tiofanato, Pirimetanil, Tiabendazol.