dc.description.abstract | La “Política Agropecuaria Ecuatoriana” es una propuesta que orienta a valorar el sector agropecuario desde distintas perspectivas: la producción, el empleo, el comercio interno y externo, la soberanía alimentaria de la población, etc.
La evolución de la práctica agropecuaria desde la producción de subsistencia hasta la gran producción para exportar y; desde la comercialización de baja escala para el mercado local hasta la comercialización al exterior; revelan un modelo económico y de desarrollo que se sostiene sobre la base del consumo interno y la exportación de bienes primarios (especialmente agrícolas y, a partir de 1972, la producción de petróleo).
La contribución del sector agropecuario en la producción total hasta 1970, fue la agricultura, actividad que representaba alrededor del 30% del producto interno bruto (PIB) en aquellos años, proveyendo los alimentos básicos para el consumo interno y productos para para la comercialización exterior.
Esta contribución del sector agropecuario a la economía nacional se consolidó con los sucesivos procesos de reforma agria. (La primera ley de reforma agraria de 1964 que se extiende hasta fines de la década de los años setenta; la segunda ley de Reforma Agraria y Colonización de 1973; y la tercera reforma expresada en la “Ley de Fomento y Desarrollo Agropecuario” de 1979.
Estas son las políticas que, en materia de tenencia de tierra para el sector agrícola, con diversos enfoques, énfasis, modalidades y estrategias de ejecución son las que por cincuenta años se han mantenido vigentes en el Ecuador. Hoy, la política de “reforma agraria”, se reduce a una expresión menor: la de titulación de tierras que se atiende en una oficina menor del Ministerio de Agricultura.
Más aún, la distorsión política y los intereses particulares de quienes dirigían los destinos del país desde hace cincuenta años acá, han desfavorecido el verdadero desarrollo nacional, que pudo lograrse si se hubieran utilizado bien los ingresos provenientes de la producción agropecuaria y de la explotación petrolera, pero que contrariamente ha dejado como resultado una excesiva deuda externa, difícil de pagar, lo que impide la atención de las acuciantes necesidades del país. | es_ES |