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dc.contributor.advisorMazacon, Betty
dc.contributor.authorRuiz Calles, Lourdes Lucia
dc.date.accessioned2017-06-14T13:48:39Z
dc.date.available2017-06-14T13:48:39Z
dc.date.issued2015
dc.identifier.urihttp://dspace.utb.edu.ec/handle/49000/1731
dc.description.abstractEn todo el mundo, las enfermedades de transmisión sexual, cada día alcanza cifras alarmantes, solo la pandemia de la infección por el VIH/SIDA tiene proporciones devastadoras, y sigue intensificándose. A escala mundial, 40.000.000 de mujeres, hombres y niños están infectados por el VIH o tienen SIDA. El Caribe tiene la segunda tasa más alta de VIH/SIDA del mundo (después de África al Sur del Sahara). A fines de 2013, las mujeres constituían 25% y 30% de los adultos seropositivos al VIH en América Latina y el Caribe, respectivamente. Actualmente, esos porcentajes han aumentado a 30% en América Latina y 50% en el Caribe (ONUSIDA, 2014). Aunque más hombres que mujeres están infectados por el VIH o tienen SIDA en el mundo, el análisis de las tendencias de transmisión y las estadísticas de prevalencia revela que se está reduciendo la diferencia entre el número de mujeres y de hombres infectados por el VIH o que tienen SIDA. En algunos de los países más afectados de la región, el número de mujeres recién infectadas en ciertos grupos de edad actualmente sobrepasa el de los hombres. Por ejemplo, las tasas de VIH/SIDA en Trinidad y Tobago son cinco veces más altas para las niñas que para los niños de 15 a 19 años de edad. (OPS/ OMS/ONUSIDA, 2011) El género tiene repercusiones considerables en 1) la transmisión del VIH/SIDA por medio de las relaciones heterosexuales y 2) las experiencias distintas de las mujeres y los hombres infectados y afectados (Rao Gupta G, 2012). Las definiciones sociales y culturales del género moldean el comportamiento femenino y masculino, en particular en la esfera de la sexualidad. En todo el mundo, la condición social desigual de la mujer la expone a un riesgo más alto de contraer enfermedades de transmisión sexual y particularmente la mortal enfermedad del VIH/SIDA. La mujer está en desventaja en lo que se refiere al acceso a la información acerca de la prevención de las enfermedades venéreas, la capacidad de negociar los encuentros sexuales y el acceso seguro al tratamiento para la infección una vez contraída. En la lucha mundial contra las enfermedades producidas por la trasmisión sexual, la interacción sexual desigual entre hombres y mujeres seguirá teniendo consecuencias graves, lo cual destaca la importancia de abordar las perspectivas y las actitudes relacionadas con el género. Pese a esta realidad, las políticas y los programas han ido incorporando lentamente la perspectiva de género en los programas de lucha contra las enfermedades de transmisión sexual y de éstas el VIH/SIDA. (UNAIDS, 2011) Si bien los datos sobre la prevalencia de las enfermedades se usan para medir la pandemia actual, la información acerca de los conocimientos, las actitudes y los comportamientos de las mujeres y los hombres sirve para trazar su futuro (UNAIDS, 2011). Las normas y funciones de género influyen profundamente en la actividad sexual y los comportamientos de riesgo de hombres y mujeres. Las inequidades de género, como la distribución desigual del poder y de los recursos económicos y sociales agravan esta situación. Algunos autores han destacado la diferencia entre el riesgo y la vulnerabilidad al contagio de las enfermedades de transmisión sexual, tema medular del presente documento. Aunque, en realidad, el riesgo de infección por enfermedades venéreas ha sido más alto en los hombres, las mujeres son más vulnerables a la infección. Por ejemplo, es frecuente que las mujeres no puedan controlar la pareja con la cual tienen relaciones sexuales, ni las circunstancias en que se realizan y que los hombres se sientan forzados a tener relaciones sexuales con muchas compañeras. Ambos son víctimas de las funciones concebidas socialmente para el varón y la mujer. No obstante, el riesgo de infección por este tipo de enfermedades en los hombres está determinado principalmente por su propio comportamiento preventivo, mientras que las mujeres, en gran parte, carecen de control sobre su vulnerabilidad a la infección. (Gómez, A. 2008).es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherBabahoyo UTBes_ES
dc.rightsopenAccesses_ES
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/ec/es_ES
dc.subjectenfermedades de transmisión sexuales_ES
dc.subjectcuidados pertinenteses_ES
dc.subject.otherSaludes_ES
dc.titleGestión De Atención De Salud Y Efectividad De Resultados Del Plan De Prevención De Enfermedades De Transmisión Sexual En El Centro De Salud Saiss 2 De La Ciudad De Guayaquil.es_ES
dc.typemasterThesises_ES


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