Calostro bovino como una alternativa para la producción de probióticos
Abstract
El objetivo general de esta investigación fue proponer el uso del calostro bovino como una
alternativa para la producción de probióticos. La metodología que se implemento fue de revisión
bibliográfica de los últimos años. Los resultados indican que el calostro bovino es una mezcla de
compuestos bioactivos con numerosos beneficios, la lactoferrina inhibe patógenos y estimula el
sistema inmune, la inmunoglobulinas aporta inmunidad pasiva y evitan infecciones, las hormonas
del crecimiento (prolactina y estradiol) estimulan la reparación y crecimiento de tejidos, los
oligosacáridos presentan un efecto probiótico, la lisozima disuelve las membranas bacterianas,
la lactoperoxidasa tiene actividad antibacteriana, la α-lactoalbúmina es la responsable de
controlar la respuesta inmunológica, por otro lado las enzimas antioxidantes y la β-lactoglobulina
presentan una actividad antibacteriana y antioxidante. En la industria de los suplementos
alimenticios es empleado en polvo, liofilizado o cápsulas, para incidir en el sistema inmune y la
salud digestiva, especialmente en deportistas, en la industria alimentaria se añade en forma de
proteínas como batidos, yogures, en la industria cosmética mejora la elasticidad y apariencia de
la piel por su acción regenerativa y antioxidante, y la industria farmacéutica su uso en terapias
de enfermedades intestinales e inflamatorias. El consumo del calostro bovino fortalece el sistema
inmunitario, aumentando las inmunoglobulinas, equilibrando la microflora intestinal, mejorando la
digestión y la integridad intestinal, reduciendo la inflamación en enfermedades crónicas. Las
dosis varían en polvo entre los 10-20 g/día, en liquido de 10-20 mL/día y en cápsulas de entre
500 mg y 2 g/día.
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