Conducción en paciente con cesárea previa en el Hospital General Dr. León Becerra.

Abstract

A las 38 semanas se considera embarazo a término, o nueve meses conocidos coloquialmente, teniendo 2 rutas para su finalización, el parto vaginal y la cesárea; esta última siendo una forma artificial en la que él bebe es expulsado de la madre con la ayuda de acompañamiento gineco-obstétrico en todo momento, desde que se decide el motivo de la cesárea hasta su respectiva alta hospitalaria. Entre las causas más comunes para que una mujer sea conducida de un parto vaginal a una cesárea son: presentar complicaciones por el canal vaginal (tener una presentación irregular del bebe o tamaño de bebe), sufrimiento fetal, disminución de la conducción de un parto vaginal, múltiples fetos, alteraciones placentarias, problemas con el cordón umbilical, problemas de salud materna (riesgo de la madre durante el parto vaginal), morfo-fisionomía del bebe (malformaciones genéticas detectadas durante los controles de embarazo) o infección vaginal activa. En estos tiempos modernos, la cesárea se considera como un método quirúrgico opcional y requerido por una alta demanda de pacientes, la cesárea en este último siglo la denominan como una forma humanizada de dar a luz, a su vez respetando la decisión tomada por la madre; generando un aumento de pacientes que optan por esta alternativa; Cabe destacar la participación activa de los padres al tratarse en términos generales, un nacimiento lento y con un contacto directo madre e hijo o hija, sintiéndose respaldados por el personal de salud a cargo de su conducción y su terminación. (Patricia Blanco Rollán, , y otros, 2022).