Conducta obstétrica ante oligohidramnios severo en embarazo de 21.5 semanas de gestación y malformación fetal.

Abstract

El líquido amniótico desempeña un papel protector en el embarazo, permite el crecimiento fetal normal, este crea un espacio físico para el movimiento fetal que es necesario para la maduración neuromusculoesquelética. Protege aún más contra la compresión del cordón umbilical y protege al feto del trauma, el líquido amniótico incluso tiene propiedades bactericidas, el oligohidramnios complica aproximadamente del 1 al 2% de los embarazos. Las anomalías del volumen del líquido amniótico puede ser resultado de una patología fetal o placentaria, esto indica una dificultad con la producción de fluidos o su circulación, estos volúmenes desmedidos consiguen estar asociados con un mayor riesgo de un resultado adverso del embarazo, por tal motivo se decidió dar estudio del caso de una paciente de 21 años de edad secundigesta, con oligohidramnios severo más malformación fetal y embarazo de 21.5 semanas, el mismo que se presentó en el Hospital Nicolas Cotto Infante. La producción fetal de orina se origina entre las 8 y las 11 semanas de gestación, pero esto no se convierte en un componente principal del líquido amniótico hasta el segundo trimestre, lo que explica por qué los fetos con anomalías letales renales pueden no presentar oligohidramnios graves hasta después de las 18 semanas. La micción fetal es la principal fuente de líquido amniótico en la segunda mitad del embarazo, anomalías renales seleccionadas conducen a la ausencia de la producción de orina fetal, incluyen agenesia renal bilateral, riñón displásico multiquistico bilateral etc.