Juventud rural y su aporte para el desarrollo de la actividad agropecuaria

Abstract

Se estima que la población global incrementará en el 2020 a 9 mil millones, en la cual los jóvenes entre 15 y 24 años, representarán el 14 % de este total. Se espera que la gran mayoría de los jóvenes a nivel mundial tenga un crecimiento alto, al igual que el empleo y las oportunidades de emprendimiento mejoren para aquellos jóvenes que viven en las zonas rurales económicamente estancada. Los agricultores jóvenes tienen la iniciativa y la capacidad necesarias para innovar y emprender. En la cual utilizan de manera frecuente las tecnologías de la información y la comunicación como: teléfonos móviles y herramientas multimedia sociales con el fin de compartir información. Los jóvenes que se dedican a actividades agrícolas contribuyen significativamente con la mano de obra familiar y la seguridad alimentaria de los hogares. Para que los jóvenes vean la agricultura como una opción profesional, deben ser apoyados en el desarrollo de técnicas financieras y de negocios adecuadas, acceso a la tierra y al crédito para permitirles tener el control sobre los rendimientos financieros resultantes de sus actividades. Los jóvenes deben encontrarse en su etapa de desarrollo físico y mental óptima, para innovar en el fomento agrícola, debido a que los existen factores que impiden su desarrollo en todos los aspectos. La información obtenida fue efectuada mediante la técnica de análisis, síntesis y resumen, con la finalidad de que el lector conozca sobre la importancia de la juventud rural y su aporte para el desarrollo de la actividad agropecuaria. Por lo anteriormente detallado se determinó que los agricultores jóvenes tienen la iniciativa y la capacidad necesarias para innovar y emprender en el sector agropecuario. En algunos países en vías de desarrollo las políticas y programas no consideran a los jóvenes agricultores. Esto se debe en parte a la debilidad de las asociaciones de agricultores que a menudo no consiguen representar sus intereses. Los jóvenes agricultores son los emprendedores del mañana y tienen el potencial de superar los retos que presenta la seguridad alimentaria.